Escrito por Educación, Innovación, Tecnología, Tendencias, Twitterseptiembre 1, 2012 en
Una de las grandes
falencias de nuestro actual sistema educativo, está en la incapacidad de
generar un “aprendizaje personalizado”,
no logra potenciar las habilidades innatas de nuestros alumnos. El proceso de
aprendizaje esta creado para enseñar a un grupo humano homologando contenidos,
procesos e incluso evaluaciones. Condenamos al fracaso a los que piensan
distinto, excluimos a los que generan “ruido” por inquietos, hiper activos,
bajos resultados. Lo trágico es que incluso aquellos que no logramos “amoldar” a nuestro sistema educativo,
los enviamos a profesionales: psicopedagogos, psicólogos, profesores
particulares, para que nos ayuden a que ellos si logren lo que necesitamos, que
nuestros alumnos “aprendan” como nosotros creemos que es correcto.
Resultado partimos
de un error y en el camino, insistimos en ello por diferentes caminos. Al final,
nos preguntamos ¿Por qué a pesar de
nuestros esfuerzos seguimos logrando fracasos en un porcentaje de los alumnos?
¿No será que elegimos el camino incorrecto? La respuesta es obvia, si.
¿Qué podemos hacer
entonces que tenemos claro que la forma de enseñar no esta dando resultados? Innovar,
crear nuevos caminos y que mejor que hacerlo en el medio habitual de nuestros
alumnos, en el que pasan horas, creando, conversando, discutiendo: las redes sociales.
No sólo al usarlas,
lograremos un aprendizaje significativo, nuestros alumnos estarán motivados,
participativos, sino que ingresaremos a un mundo donde es absolutamente
necesario estar.
Suelo usar varia
redes a la vez (Facebook, Twitter,
Pinterest, Instagram) a través de ellas he logrado excelentes
resultados, no sólo a mejorado la disciplina, sino que el interés en el
aprender. Validando la participación de mis alumnos, generando una comunidad
que aprende, se retroalimenta y potencia continuamente. Llegando a evaluar,
potenciar habilidades y conectar el interés de los niños con los contenidos
impartidos en clases. No existe fracaso, ni alumnos que no logren “la meta” al
revés, todos llegan, cada uno a su tiempo y
con sus potencialidades.
¿Cómo hacerlo?
Primero al
presentarme por primera vez a un grupo de alumnos, les explico lo importante
que es para mí su participación, que la valoro y potencio. Los invito a
participar de mis redes, en Twitter, Pinterest, Instagram, Facebook .
Dependiendo de los contenidos que imparto, publico links de interés, imágenes,
recomiendo películas, todo lo que pueda llamar su atención y hacerlos
participar.
Una vez que
logramos conectar en otra área que no es la formal de una sala de clases, se
dan cuenta que se puede aprender de manera entretenida y participativa.
Normalmente recibo aportes, que siempre me sorprenden, un nativo digital siempre tendrá mucho que aportar si
aprendemos en su espacio natural. Suelo usar sus aportes en la
sala, validando a su autor, no sólo logró que se potencie su aporte sino que
también que el grupo curso, sus pares lo validen en su habilidad o expertice.
Sin embargo, no sólo quedo en el compartir contenidos, sino que en la creación de nuevos,
a partir de los aportes de la comunidad.
Después de semanas
de compartir contenidos, debatir en las redes, reconozco sus intereses, sueños,
metas, los oriento para conectarlos con otros jóvenes que a nivel nacional o
mundial hacen lo mismo, de tal manera que se
den cuenta que si se puede.
Resultado, nace un
alumno comprometido, validado, valorado y constructor de su propio aprendizaje.
Sin embargo, no
podemos quedarnos sólo en lo anterior, debemos evaluar, para que así logremos
que los alumnos perciban que su esfuerzo, su trabajo continuo, compromiso tiene
resultado.
Creo actividades,
donde a partir de sus propias habilidades innatas, pueden aportar y ser
evaluadas.
Al pasar Roma, presenté 30 imágenes, desde el
Coliseo hasta una sandalia de un romano, los alumnos se agrupan (no más de 2) o
si desean de manera individual, investigando desde sus intereses, los que les
gustan: los deportes, el arte, la pintura, el teatro, las ciencias, los que
aman la literatura, podrán investigar, en base a una pauta compartida pero que
valida las diferencias individuales. Establezco plazos de entrega, cada uno o
grupo elige la modalidad de presentación, todos tienen sólo en común el tiempo
en que deberán exponer su trabajo , el que deben enviarme también a mis redes o
correo personal.
Una vez finalizada
las exposiciones, uno todo, puede ser en Pinterest, Power Point o Canal Yotube,
dependiendo de las herramientas digitales que eligieron, al final nace la Roma de mis alumnos, la Roma eterna.
Todos lograron
llegar a la meta, todos participaron, potenciaron sus intereses y habilidades,
valoramos la diversidad y nos dimos cuenta que podemos aprender de manera
entretenida, siendo protagonistas del aprendizaje, que podemos generar una
comunidad que cree, se reconoce y genera una sinergia positiva.
Al final, todos
ganamos, sin excluir absolutamente a nadie. Fin
de la competencia, bienvenida la colaboratividad.
¿Qué esperamos para
Re Educarnos?
Me gusto esta publicación la encontre buscando TIC, de como podermos hacer uso de las herramientas tecnologicas e incrementar el interes de los alumnos realizando actividades desde un efoque cooperativo, (constructivista), donde el alumno demuestra sus capacidades de conocimiento, actitudes, valores, destrezas y el desarrollo de sus habilidades. Desde mi punto de vista si se puede re-educar...la educación.